Que hacemos mucha vida social es cierto. Y que toda celebración gira alrededor de la mesa en nuestro país también. Uno de los problemas que me suelo encontrar en consulta es cómo llevar una alimentación saludable sin renunciar a nuestra vida social, es decir, sobrevivir a las comidas sociales.
Hace unas semanas disfruté de esos encuentros de compis del colegio. Esos encuentros que se dan de años en años. Tengo que aclarar que últimamente cuando salgo a comer fuera suelen ser sitios bastante saludables, con opciones vegetarianas, veganas, alimentos de temporada…Pero en este caso no me quedó otra que adaptarme. ¿Y eso crees que fue un problema? No, aunque te voy a confesar que me daba un poco de miedo el no estar ya acostumbrada y que me sentase mal la comida.

¿Pero qué hacer en esos casos en los que se escapan un poco de tu control?
- ELECCIÓN DEL RESTAURANTE/BAR: Siempre que se pueda, quizás hay sitios que conoces y sabes que tienen opciones, o es comida de calidad. Pero no siempre es posible. En mi caso, lo intenté, pero cada uno era de su madre y de su padre y era difícil ponernos de acuerdo, además que donde quedamos tampoco había mucho dónde elegir. Pero al menos lo intenté. (Eso si, el título de rarita no me lo quitarán).
- MIRAR LA CARTA: Si al final no has decidido dónde ir, porque te han invitado o no se ha podido, siempre puedes ver antes de la fecha la carta. Así te adelantas a qué opciones hay qué puedes elegir. Si es un tipo asador o de comida tradicional, siempre podrás elegir algún tipo de ensalada, y después una pescado al horno con guarnición de ensalada, o una carne a la plancha. En mi caso de alimentación saludable no había nada. Fue un sitio por así decirlo, franquicia de comida rápida. Vale, sí, de hamburguesas. Pero vi que había hamburguesas vegetarianas, y tenían bowls con verduritas, y la carne de hamburguesas. Así que alguna opción tendría.
- ENTRANTES: En mi caso, al ser un sitio de comida rápida, te puedes imaginar los entrantes que había: fingers de pollo, bolitas de pollo (tipo nuggets) rebozadas, patatas fritas de todo tipo…pero había ensaladas. ¡Toma!. Así que al final les convencí para coger también una ensalada. He de reconocer que lo de la ensalada fue fácil, pero elegir cuál ya no tanto. Otra vez salió la aguafiestas con la ensalada de la huerta y vinagreta, en lugar de una césar con su salsita, o la que llevaba bacon y otra salsa. Como digo, es cuestión de negociar.
- PICOTEO: Cuando se trata de tapear, o compartir platos es importante que nos sirvamos en nuestro plato lo que vamos a comer. Cuando vamos pinchando del mismo plato, y tan metidos en las conversaciones, no somos conscientes de lo que comemos. Y si encima son entrantes como los anteriores, !Apaga y vámonos! Nos hemos podido comer todas las patatas gajos de una sentada nosotros solos. Por ello, coge tu plato, y empieza a pedir que te pasen los platos para servirte de lo que vas comer y en su medida justa.
- BEBIDA: La bebida siempre como prioridad será el agua. Es cierto, que puedes pensar que para una vez que sales, pues te apetece tomar una cervecita, un tinto, un refresco…¡Vale! Quizás estés en un restaurante bueno, con una ensaladita, una carne o pescado y quieras acompañarlo de una copita de vino. Ok. Un día es un día. En este caso, hay que valorarlo todo en conjunto. En mi caso, dado que la comida no era muy allá, y que al final sabía que iba a picar de los entrantes, desde el primer momento me pedí agua. Así compensaba un poco. (También porque los refrescos no me van mucho, ni la cerveza me gusta. Sé que juego con ventaja).
- POSTRE: Este es el momento que creo que nos cuesta más renunciar a él. Siempre hay un hueco para el postre por muy llenos que estemos. Este sería un hambre más bien emocional, pero eso mejor tratarlo otro día. El postre por excelencia siempre será la fruta, pero seguro que te dices eso de…»por un día…» o «no como estas cosas todos los días». Como siempre digo, el postre no hay obligación de tomarlo. Aunque sea fruta, si. Lo importante es hacer caso a nuestra sensación de saciedad. Y en el caso de querer probar esos ricos postres que aparecen en la carta, ¿por qué no compartir? Seguro que alguien más se anima y no somos los únicos que estamos llenos pero no queremos renunciar a ello.
- DISFRUTAR: Esta es la más importante. Ante todo, no debemos sentirnos culpables si a pesar de saber estos consejos que te dejo por aquí, quieres tirar la casa por la ventana. ¡Disfrútalo! Quédate con los buenos momentos de la velada, con las risas, con las cosas buenas que probarás, o saborear ese vino o tarta que hace tanto que no probabas. Porque ¿qué es una comida de las 14 que haces a la semana? ¿o de las 56 que haces al mes?

Uno de los pilares básicos para una vida saludable es una buena relación social, así que disfruta de momentos buenos y enriquecedores con los tuyos cuando estés con ellos, y el resto del tiempo, asegúrate de llevar una alimentación saludable. Y en caso de tener mucha vida social, pregúntate:
"¿Me acerca o me aleja de mi objetivo? ¿Qué puedo hacer para minimizar las consecuencias? ¿A qué puedo renunciar, y qué me apetece disfrutar sí o sí?"
Hoy he querido compartir contigo algunos consejos para sobrevivir a tu vida social, pero si crees que necesitas más ayuda con tu alimentación, puedes consultar aquí las formas en las que puedo ayudarte.